top of page

Rastas power

  • Jéssica Signoretta
  • 10 sept 2015
  • 2 Min. de lectura

Todo ser humano en el planeta Tierra cree que su especie tiene altas probabilidades de ser moldeable hasta que se choca con los hermanos Marley. Es que prejuiciosamente, con un viejo pionero del reggae; flores, instrumentos y dólares por doquier, se tiende a pensar que los herederos Marley continuarán escribiendo los mandamientos del legado.

No estamos tan lejos. Casi todos los Marley son músicos de reggae, pero cada uno se encargó de darle una vuelta de rosca. Stephen es el segundo varoncito de Rita y Bob Marley, y con 'Mind Control' como disco antecesor, estos últimos años se dedicó a seguir el culto de estilo de su hermano Damian y combinar hip hop con reggae.

No es una fusión tan impensada, debido a que el exceso de letra que de por sí lleva consigo el reggae, le deja la pista libre. Sin embargo, la mutación del tempo, la reducción de matices vocales y las mezclas armónicas de estos dos géneros te hacen mover el cuerpo de varias maneras al mismo tiempo. Su último logro, de una seguidilla de colaboraciones con artistas locales de su residencia es Ghetto Boy. Un grito social desesperado feat Bounty Killer y Cobra. También es la autosuperación de Stephen. Jugar a dos puntas siempre tiene un momento de preferencia, y el vuelco casi auténtico que Ghetto Boy tiene al rap es indiscutible. Es un reggae camuflado en criollas y violines que si lo ensayas en beat box lo sacas al toque.

Te lo agradecemos, Stephen. Históricamente el hip hop y el reggae fueron géneros obstinados y egoístas. No crecían más allá de la cultura que en ellos se encuentra. Pensar que en la era de la comunicación constante están unidos, es acortar distancias sociales mundiales que ya es hora de que desaparezcan.


Commentaires


bottom of page