Será que los platillos llegaron hasta el sol
- Jéssica Signoretta
- 10 dic 2015
- 2 Min. de lectura

Es inevitable después de enumerar la cantidad de emociones de la gira Me verás volver de Soda, no nombrarla a Andrea Álvarez. No sólo porque su batería te volaba la cabeza sino porque parte de las sensaciones de la lista las generó ella.
Mientras suena Despertándote, el tema que Andrea le hizo a Gustavo en su último disco, el tiempo parece volver a congelarse en esos años de amor que se transmitieron transparentemente en la música. Pero la generación que no pudo vivenciar a Andrea desde sus inicios en 'Rouge' o 'Pulsomadre', es la que está entendiendo un poco más las cosas con 'Y lo dejamos venir', su quinto disco solista.
Quizás es adecuado perdonar por un tiempo lo trillado que está decir que Álvarez es rock. Y quizás hasta es necesario repetirlo en una contemporaneidad argentina donde un pop casi plástico de sucursal quiere adueñarse de un terreno que ya está conquistado hace añares, y donde Andrea tiene un gran porcentaje. Por muchos momentos parece la gemela de Jack White, con ese rock sólido y puro, que no olvidó la fortaleza de las eléctricas y la adrenalina de una batería que parece tener vida propia. De armonías hiperquinéticas embelesadas con la voz de Álvarez a la que no podes ponerle adjetivos. Te sale claro. Irradia demasiada prolijidad, con la flexibilidad que le permite hacerte el mayor agudo y llevarte segundos después a los graves que te dejan la certeza “a esta mina no se le escapa una, mirala, no te desafina un carajo”.
Andrea Álvarez es muchas cosas al mismo tiempo. Es el ejemplo adelantado de la lucha de la mujer en ámbitos machistas que todavía no entendieron el mensaje, pero que ella misma todavía sigue encargándose de que cambie. Es la identidad del rock nacional en su máximo esplendor, porque casi todas las bandas (pioneras e hijas) pasaron por sus palillos y tiene en sus discos su marca registrada. Es la compositora original que no vive de la época sino de los géneros musicales auténticos y así lo terminó de asegurar en Y lo dejamos venir. Es la artista que se ganó la popularidad por historia y por recordar que la calidad musical no escasea nunca.
Comments