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Corina Lawrence

  • Jéssica Signoretta
  • 10 ene 2016
  • 9 Min. de lectura

Lejos siempre tiene un cerca

Sobrevivir en el cemento nunca fue ni será tarea fácil. El gris es lindo para la vida, no para las cosas que aburren cuando siempre tienen la misma tonalidad. Y si ya de por sí, pasamos los días en plena búsqueda de nuestro destino y del camino que queremos recorrer, lxs de la Ciudad de la Furia también buscamos continuamente estar cada vez más cerca de nuestra Pachamamma.

Cuando escuché por primera vez Apurar la Primavera de Corina Lawrence, estaba bajo un auténtico Sol que parecía iluminarme a mí y a la tierra de la misma manera. Sin embargo, seguía sintiéndome lejos hasta que empezó a sonar Amanezco hoy y ahí me sentí una igual. Muchos minutos después, con el último acorde de En el Vacío, la canción que finaliza el disco, entendí que había encontrado mi walkie talkie con la Pacha. Y era Corina. ¿Me había mimetizado con lo que me había planteado el disco o la sensación era tan auténtica? No suelo plantearme objetivos a la hora de componer o escribir: dejo que fluya, me cuenta Corina. En una segunda instancia quizás me plantee objetivos para ir puliendo la canción, pero no a la hora de la creación. Y mi fascinación es hacia la vida misma, sus contradicciones y complementarios. Los grandes tiempos del cosmos, los pequeños tiempos del hombre, el eterno presente. Los grandes espacios del Universo, los pequeños espacios cotidianos y el eterno espacio interior. Esos binomios como el dentro y fuera, el tiempo y espacio, el sonido y silencio, la materia y el espíritu, lo natural y cultural, hasta lo micro y macro; que son los que más despiertan mi curiosidad. Y amén de eso, nací y crecí en Misiones, y también viví unos años en las montañas de Tepoztlán (MX), así que he tenido largo tiempo de observar y dejarme atravesar por el lenguaje de la Naturaleza, los ciclos, las estaciones, las lluvias, los parajes secos, la revolución de las flores, los cielos del terror y los de la gratitud, las montañas arboladas, hasta los ríos y arroyos. En definitiva, aquella poesía hermosa que es esta tierra. Lo encontré. No era yo, era la esencia de Lawrence que había encontrado en su disco y que había atravesado hasta el parlante más sólido de la era tecnológica.

Corina es la cantautora misionera que traspasó las fronteras no solo provinciales sino de la música argentina contemporánea, ya que se basa en la reinvención de un folcklore recuperando los sonidos autóctonos y paseando por demás géneros como la cumbia, el funk el rock y hasta el pop. Si hablamos de valoraciones; más que “recuperar el amor por la música del país” más bien me gustaría que se pudiera rescatar el amor por el juego, por el riesgo, por la apertura y por la búsqueda, no solo sobre los sonidos y los géneros, explica. De aquellos conceptos que van más allá de la idea de país. Nada, nada en esta vida merece ser tomado tan seriamente, excepto el desarrollo del ser. Así que ¿por qué no jugar, probar, experimentar, hacer y deshacer, aventurarse, no? Abrirse a colaboraciones con gente totalmente diferente, pedir opinión de alguien totalmente fuera “del palo”, considerar sugerencias que no estaban en los planes…

Es que Corina es esa voz que todxs llevamos dentro pero que no sacamos siempre. Y que eligió la música para hacernos el favor. Para encontrarnos en sus temas con nosotrxs mismxs y cantar junto a ella, para sacarlo fuera. Y desde que lo plasmó en el disco, es universalmente comprobable cuando la vamos a ver en cualquiera de sus recitales. Mis presentaciones tienen una fuerza más elemental, más viva, más grave y más corporal, expresa. Para los shows en vivo hacemos versiones de los temas del disco, pero un poco más ‘arriba’, más bailables, más festivaleras, incluso extendemos algunas canciones; hay un poco de rap, de cumbia, además del pop, el funk, el rock y el folk… Quizás cuando lo enuncio parece una mezcolanza rara, pero en realidad cuando presencias el show, hay unidad, coherencia y celebración. Y además me gustan todos los formatos, admite. Acústico, dúo, trío, cuarteto, una súper banda… Lo importante es que haya conexión entre los músicos y, en el caso de los shows no-acústicos ¡que haya un buen equipo de sonido! Parece tonto decirlo, pero muchos lugares no están preparados para recibir músicos “enchufados” y aun así reniegan, sin comprender que se ve afectada la calidad del show entero. Pero me encanta en sí el momento del show en vivo. Sucede algo mágico que tiene que ver con la pura presencia del aquí y ahora por unos instantes que parecen eternos. Todos –músicos y asistentes- pulsamos al unísono, unimos las frecuencias cerebrales, surfeamos las mismas ondas, sin importar idioma, procedencia, aflicciones, historias o histerias. Y en ese momento, todos somos uno.

El archipiélago de cantautorxs independientes está creciendo cada vez más en la actualidad, y son ellxs lxs que están reformando la calidad musical argentina, que muchos años después quedarán como inspiración de las nuevas generaciones, tal como nosotros hoy seguimos aferrándonos a la Negra Sosa o a Luis Alberto, a la hora de enamorarnos de la cultura argenta. Es que Argentina siempre se caracterizó por generar talento y, sin dudas, el acceso a la tecnología y a la información del mundo actual ayuda a que la música se desarrolle en sus diversas facetas: producción, difusión, distribución, comercialización, no solo aquí sino en el mundo. ¡Es impresionante la cantidad de artistas y talentos que hay, presentando sus trabajos originales! La verdad que es un campo muy rico, afirmó Corina. Lo que veo es que hay esfuerzos para intentar proteger y fomentar el trabajo de los músicos independientes del país, desde organismos no gubernamentales como la UMI (Unión de Músicos Independientes) a nivel país, o el MPM (Músicos Populares Misioneros) a nivel provincia o región. Y en sí la idea es proteger, fortalecer y fomentar el trabajo de los músicos independientes, lograr mejores condiciones de contrataciones, mayor acceso a los medios, y sobre todo generar alianzas entre los múltiples talentos que andan dando vueltas por todo el país, porque como sabemos, la unión hace la fuerza, claro. Y Apurar La Primavera, mi primer disco solista, fue producido y editado de manera 100% independiente – cuenta- y tuve que aprender de cero todas las implicancias de grabar un disco; no solo la parte musical que es la más divertida, sino la legal, la distribución, la prensa, el booking y en general la promoción del material. Y en eso, la ayuda de otros músicos independientes fue fundamental.

Pero volvamos. 'Apurar la Primavera' se convirtió en mi cable a tierra y mientras más hondeaba en él, más encontraba la autenticidad de Corina como la artista volátil que abría un camino de ida. La grabación de Apurar La Primavera fue la experiencia más enriquecedora de mi carrera. Si bien canto y toco en vivo desde hace más de 12 años, este es mi primer trabajo solista, la primera vez que estoy en el centro de la dinámica, y por tanto, la primera vez que dimensiono el alcance, el esfuerzo y el trabajo que implica un emprendimiento de este tipo. Fue muy nutritivo convivir con gente tan talentosa como UJI (Luis Maurette), el productor, y todos los músicos que colaboraron. Viví cada parte del proceso con alegría y algo de inocencia, desde las reuniones de preproducción con UJI, donde solo éramos nosotros dos, algunos instrumentos, el mate y el gato; hasta las grabaciones con el Ensamble Chancho a Cuerda o el Ensamble Vasco Russo, donde éramos más de 15 personas en el estudio. Todo fue un hermoso juego, recuerda. Me encantaron las reuniones de escucha profunda, ya en las póstumas reuniones de mezcla, donde nos juntábamos entre 5 personas a escuchar, nada más que eso. Las luces apagadas, en silencio, solo dejándonos atravesar por las frecuencias, las palabras y los paisajes sonoros. Es un hermoso ejercicio que no suele hacerse tan a menudo; el de reunirse socialmente no a hablar, sino a escuchar. Y luego, llegó la hora de lanzar el disco a la luz. Estoy muy contenta con el recibimiento que tuvo y que está teniendo, sobre todo tomando en cuenta que la prensa y difusión es totalmente independiente, no contraté un agente de prensa ni nada por el estilo, admite. Los medios, tanto de Buenos Aires como de Misiones, me apoyaron de re buena gana, incluso salieron más colaboraciones, contrataciones y más notas. Lo más lindo es que se hayan tomado el tiempo de escuchar el disco y que, por propia iniciativa, hayan movidos sus fichas. Yo ya no tengo mucho más que hacer, ahora dejo que el disco hable, que la música toque las puertas y vaya armando su camino. Ahora es otro momento del viaje, donde ya tenés a tu hijito afuera, andando; y me toca acompañar, gestionar, apoyar y claro, tocar en vivo.

Hay una frescura latente en Corina Lawrence que se nota a simple escucha. Cada tema que conforma su disco es un mundo propio, un paisaje distinto, un momento en la vida diferente. Inmiscuir en tecnicismos sería en vano, ya que la música de Lawrence se presentó como unipersonal desde el principio y toca cada puerta de una manera impensada. Y entendimos también porqué. Nos contó que el proceso de composición va variando, afortunadamente. A veces rasgueo acordes en la guitarra o el ukelele y tarareo melodías encima, a veces sale una frase a la primera y sobre ese concepto, sigo desarrollando. A veces me inspira una lectura, una poesía; a veces escribo una larga rima y después le pongo cadencia y a veces colaboro con otros artistas que me acercan sus bases o secuencia de acordes, y yo improviso encima. ¡Todo me gusta! Creo que componer implica que la música influencie a la letra y viceversa, en ambos sentidos. Si tenés una idea musical muy rígida y querés conciliarla con una letra también muy rígida e inamovible, estás cavando tu propia fosa. Mis primeras canciones por ejemplo surgieron en las montañas de Tepoztlán, en México, gracias a un ukelele todo pintarrajeado que le compré a una hippie gringa que se había quedado sin dinero y felizmente me lo ofreció. Primero salieron canciones más inocentes, más clásicas, más folklóricas, más para cantar en ronda. Después empezaron a salir canciones más románticas. Y después empezó a fluir ese otro tipo de poesía que mezcla un poco lo que uno trae y un poco lo que la canción misma te va pidiendo, porque obviamente ella tiene vida propia, exigencias propias, hasta identidad. Al final, todo es una danza, movimientos de cuerpo y de instrumento, de aliento y de frecuencias, de rítmica y cadencia, un pulso propio y el propio pulso de la vida. Empezás con una idea y después te dejás llevar por los brincos de una rima, por las faldas de una melodía, por los corredores y recovecos de unas ideas en principio inconexas que después, quizás, hacen saltar un concepto.

A partir del lanzamiento de 'Apurar la Primera', Corina va de una punta a la otra del país con su gira, unificando los sonidos y uniendo a la gente. El alcance no es solamente vía web, sino que con los recitales acorta todavía más la brecha. La diferencia con Buenos Aires es que en la capital hay demasiada información y es más difícil hacerse notar, conseguir una audiencia, bookear espacios para tocar, etc, admite. En cambio en los pueblos chicos, la gente agradece que lleguen los espectáculos. ¡Misiones bulle de música! En la provincia siempre persistieron el rock clásico, el blues, el folklore y el metal, pero ahora hay también un auge de bandas y artistas que se tiran para el lado del folklore-indie, la canción, el hip hop, la cumbia y la música electrónica, tomando elementos autóctonos para sus composiciones, ¡y lo bien que hacen!, ya que es una provincia tan rica en cuanto a lenguaje, paisaje, color y sabor. Siento que hay una fuerza latente que quiere fortalecer la escena cultural provincial, y no solo en la música sino en el Cine, el Teatro y las Artes Escénicas en general. Con la creación del MPM, el ciclo de Cine Oberá en Cortos, la creación del primer Instituto Provincial del Teatro Independiente (Misiones es la quinta provincia en obtenerlo), entre otras iniciativas, hay una oleada de gente que tiene ganas, fuerza, voluntad y empuje para concretar proyectos que elevan la propuesta cultural de toda la región. También se han construido flamantes centros culturales en casi todas las localidades de la provincia, y gracias a eso es posible ir a cualquier pueblito chiquito y presentar un espectáculo en un centro cultural bien puesto, con escenario, luces, sonido y butacas. Pero siempre hay posibilidades de llevar contenido de calidad a más lugares.

Siendo franca, Corina Lawrence no necesita presentación. Lleva consigo una impronta pura y enriquecedora que brota no solo en sus canciones, también en sus palabras. Y recién acaba de lanzar su disco debut. Esta cantautora es la portadora de aquella brisa alentadora en la vida que siempre necesitamos, que nos lleva a aquel lugar en el mundo del cual no nos vamos a ir nunca y del que siempre, mientras ella suene, vamos a estar cerca.


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