Miss Bolivia
- Jéssica Signoretta
- 10 mar 2017
- 4 Min. de lectura

Aquí viene lo bueno, jóvenes
Siempre pasábamos horas mirando los documentales de la década del 60 donde las payadas callejeras de protesta alzaban la voz, advirtiendo y repudiando la coacción institucional de la época, la represión y la violencia. Cincuenta y siete años después, cuando todo supuestamente evolucionó y la tecnología hizo que cada vez el humano esté menos activo, la idiosincrasia inconstitucional de la política, el aprovechamiento de las fuerzas de seguridad y las injusticias sociales se acrecentaron sin medida. ¿Dejó la época del streaming un lugar a vociferadorxs?
Si perteneces a un sector social sin intervención estatal y con pocos recursos, o si sos de clase media, y/o no te conoce ni tu vecinx, y querés emprender un proyecto que forma parte un ambiente monopolizado por grandes empresas que lejos están de tus ideales, tenes dos opciones para salir adelante: remarla y autogestionarte. Y la década del 2000 nos dio el ejemplo más significativo que traspasó incluso, la opinión pública: Miss Bolivia.
Con su fresco tercer disco, ‘Pantera’, la evolución de Paz no fue solo social. Le terminó de dar otra significación a géneros musicales con cierto grado de prejuicio y sus experiencias personales son tan empáticas que terminaron siendo universales. Este nuevo disco es más autobiográfico –nos cuenta-. Atraviesa la realidad social y la retrata, pero éste habla más de mí y del amor trunco. El disco tiene la Cumbia, el Rap y el regalo como médula y plataforma desde donde lanzamos la fusión hacia otros estilos.
Dicen que le gusta darle al bajo y al bombo porque es cierto: son los instrumentos preferidos de Paz Ferreira. Y en sus eclécticos beats, no deja ninguna fusión afuera. Los feats con Ali Gua Gua, Paloma del Cerro, Kevin Johansen y Mimi Maura –entre muchxs otrxs- acontecen a la unión de la Patria Grande y a la preclusión de los sonidos y culturas autóctonas: La gente valora y mucho a lxs artistas del continente. La voz latina ha tomado mucha fuerza y además, seamos honestxs: Latinoamérica está de moda y el mundo nos está mirando/escuchando.
La prensa siempre ha sido muy respetuosa y generosa conmigo, hasta los más conservadores, nos expresa. Tampoco nunca en toda mi carrera musical sufrí algún tipo de trato diferente ni fui víctima de misoginia dentro de la escena. Entiendo que en la Música, como en todos los ámbitos, se despliegan dinámicas opresoras; pero eso es el humano que está enfermo, la Música no tiene nada que ver, por supuesto. En el caso del Under, donde más me muevo, es un ámbito muy castigado que de igual manera se ha ido empedrando en la generación post-Cromañon, con estandartes como la autogestión, la autoproducción, la organización y la labor en red. Yo creo en la independencia como espíritu, más allá de las herramientas de producción con las que cuente un músico. Y en este último tiempo ha habido algunos cambios, también, quizás relacionados a la visibilización como producto de nuestro último disco, tal como el volumen creciente de público. Vivo en constante transformación y los cambios suceden todo el tiempo. No obstante, son cosas que van y vienen y no me subo a ninguna ola, sino más bien trato de disfrutar el poder vivir de lo que me hace feliz. Mientras tanto, en ‘Pantera’ se pone en el lugar de sus hermanas, y no solo grita Ni una menos, sino que argumenta –aunque no hiciera falta- los conceptos sociales errados.
La obra de Miss Bolivia tiene múltiples funciones. Vos tenes una birri en la mano y te bailas las cumbitas y sos feliz, y minutos después mientras rapeás las canciones tomas aún más conciencia de lo que a vos también te traspasa como ciudadanx, y como persona. Es que la vida oscila entre responsabilidad y fiesta. Y el Arte, aporta una volatilidad en la expresión tan perceptible que Paz utiliza mucho más a su favor para que la vida misma entre en todas sus canciones. A mí me inspira la realidad, explica. La realidad piola y la realidad de mierda. Me inspira mi propia vida privada, me inspiran mis amigxs, mi familia. Me inspira el amor, el desamor, la impotencia y la injusticia. Y el proceso creativo es caprichoso, también. Aparece cuando quiere y se va hasta nuevo aviso. A veces voy de la música a la letra y a veces, de la letra a la música.
Todo está en constante movimiento y Miss Bolivia también, excepto la autenticidad. Vos la escuchas en Niceto y emana concientización entre tema y tema. Y no solo de las problemáticas actuales – será que es la precursora contemporánea y forma parte de una minoría que lo lleva a cabo que se hace hincapié en esta arista- sino para los adentros. Porque cuando suena Calma y Respira, te das cuenta que la respuesta no está en los libros de autoayuda. Y entendimos por qué: Yo me defino militante transversal, -confiesa- y milito causas que me interpelan más allá del embanderamiento que tantas veces esteriliza la lucha. Mi objetivo no ha cambiado y es el mismo de siempre. Servir comunitariamente a modo de canal y amplificación de la voz popular, de quienes cuya voz ha sido silenciada. Antes que cantante, soy militante. ¿Y qué es lo que nunca tiene que olvidar quien milita junto a vos, quién escuchándote empezó a seguir tus pasos y a quién tus música le revoluciona la existencia? Y, el mensaje es: des-alienate / empoderáte / que no te de vergüenza tu raíz / salí del closet / recolectaste con la naturaleza / respetá la diferencia / organicémonos.
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