Espíritus sintetizadores
- Jéssica Signoretta
- 10 abr 2017
- 2 Min. de lectura

¡Qué bien le vino la época de auge de lxs Djs a Depeche Mode! Así la saturación de arreglos electrónicos pasan desapercibidos en ‘Spirit’ y el trío queda embadurnado en un disco un tanto emo.
La cornisa entre innovar y autorepetirse parece estar cada vez más filosa. Desde que Going Backwards comienza, encontrar el pop de los 80 que los categorizó diferentes no es para nada difícil. El sonido homogéneo para mover la cabecita, los atajos armónicos entre pianos y sintetizadores plácidos más las voces duales, nunca falló. Pero cebarse no siempre da los mejores resultados. Where’s the revolution es la exageración oscura de todos los elementos identitarios de Depeche Mode, que te invita a bajar un poco el volumen –y mantenerlo así en el resto del disco- y a recordar lo lata que suena el parlante de tu celular si no lo conectas a otra cosa.
Una eléctrica calma las aguas en The worts crime y la voz no tuneada de Gaham forman una balada significativa y matizada; que parece recordar que Depeche es una conjunción humana. Apta sin duda alguna para coverear y reversionar hasta el hartazgo. Y sí, lo bueno dura poco. El intento explícito de Depeche Mode para sonar en el escenario Perry del Lollapalooza empezó a dar un alto resultado con Scum. El eje se pierde a los segundos y el esfuerzo por entender la estructura del tema es inevitable. El resto de ‘Spirit’ podría resumirse en que es el resultado de tres amigos que se juntan en un estudio un fin de semana a probar ruiditos y los graban. Desde You move el estilo extremadamente electrónico envuelve el disco y Depeche Mode pasó a ser la mejor opción para que la Creamfields vuelva a ser popular.
Por momentos Cover me parece relajar un poco, para darte tiempo a que tomes agua y después sigas y Eternal quisiera meterse en tus peores pesadillas y agregarle la banda sonora. ‘Spirit’ es una oda a la depresión. Poison heart y So much love varían tan solo en velocidad rítmica, re contra confirmando una armonía oscura y transversal, alentando a que la tristeza dure más tiempo. Pero del otro lado, en su versión deluxe, Depeche Mode te exagera el triple la música eléctronica, para que muevas un ratito los pies,o te aturdas, así por lo menos te olvidas por unos minutos que tan mierda es el mundo.
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