Nuestras caderas no mienten

Yo soy la cumbia, la hembra coqueta, bailo feliz, dice el clásico del género. Y es verdad. La cumbia tiene un son tan determinado que seduce a cualquiera que se interponga en su pista. No sólo terminó de infiltrarse en las fiestas de las clases sociales más poderosas – teniendo en cuenta que la mayoría de sus ramas provienen de veredas marginadas – sino que embrujó hasta a lxs extranjerxs que encuentran el pulso cardíaco de Latinoamérica. Porque si bien cada país de la Patria Grande tiene su tradición, la cumbia está presente en cada recoveco del continente con sus propias variaciones regionales. Y de eso se trata Atento Facuse, de compactar cada vertiente del género caderón por excelencia.

‘Distorsión Tropikal’ es el único álbum – esperemos hasta el momento – de la banda originada en Chile. En el 2015 dieron sus primeras meneadas con trece canciones que pasean por casi todos los estilos propios del territorio. Así es como Intro funciona de resumen, más efectivo que rincón del vago, no sólo de lo que se escuchará en lo casi 50 minutos bien tropicales, sino del árbol genealógico de ritmos latinoamericanos. Todos unidos por el dub y la cumbia como principales bases.

Las colaboraciones que posee el disco son tan llamativas como los colores de su portada. Contamos con Javier Barría en Mi Chinita, donde el folklore retumba en las cuerdas. Sara Hebe aporta su argentinidad en la base villera de Corazón. Países sonoros está más ligada a la cumbia contemporánea que combina lo digital con el rap. Si queremos sentir la corriente del Orinoco, reproducir Cancha’e Tierra y Mala Hierba nos va a traer las influencias de Colombia. Y si subimos un poquito más, el reggae llega con La Bailanta y Mucho más que dos, siempre fusionadas a las necesidades del tropicalismo.

Celeste Shaw, Tiano Bless y Tea Time son otros de los nombres que aportaron con sus estilos a esta dosis intravenosa. Sangre de mi sangre y de la tuya, Latinoamérica hierve su movida tropical con Atento Facuse para que nunca más dudes que no es fiesta si no hay cumbia.