El delay de Yoko Ono

Días atrás durante la ceremonia anual de la estadounidense Asociación Nacional de Editores de Música (NMPA, sus siglas en inglés), Yoko Ono fue reconocida como coautora de la emblemática Imagine.

Treinta y siete años después de que en una entrevista para la BBC, el mismísimo John Lennon admitió que “debería ser acreditada como una canción Lennon-Ono porque una gran parte de ella, la letra y el concepto, vinieron de Yoko. Pero en esos días era un poco más egoísta y un poco más macho, y omití mencionar su contribución”, agrega.

Ah sí, la eterna dicotomía del/la fanáticx de no poder separar la obra del artista. Principalmente cuando por años permanecen ocultos aquellos mecanismos humanos incorrectos que no condicen con el mensaje del ídolo intocable, porque si es uno de los mejores compositores del mundo, no debe ser tan malo.

¿Quién? ¿La de los Beatles? Paul McCartney disolvió públicamente hace unos años a la artista plástica de toda culpa y cargo sobre la separación de los cuatro de Liverpool, curiosamente también añares después, luego de que la historia la demande como una de las personas más odiadas de la opinión pública. Pero el argumento exacerbado y distorsionado no le dio lugar a réplica, claro, porque el dolor del fin de The Beatles era igual de justo y encajaba perfectamente en los conceptos íntegramente misóginos indiscutibles en cualquier sociedad. Porque claro, ¿cómo una mujer, artista, con una carrera independientemente de sus matrimonios –Lennon nunca fue el primero- no iba a dejar tranquilo a su marido y se iba a colgar de su fama y su dinero? ¿Cuán fuerte fue el poder de Yoko para que cuatro personas no puedan pensar por sí solas y no puedan continuar con una banda que hace discos atrás ya estaba en crisis? ¿Cómo una mujer con conocimientos musicales iba a hacer trabajar a su marido en un proyecto similar y armar los cimientos de una banda tal como se gestó la Plastic Lennon Ono Band? Alerta Spoiler: Yoko Ono nunca fue únicamente la mujer de. Alcanzan solo cinco minutos para cambiar la perspectiva y dejar de tirar la piedra, y Lennon tenía suficientes estupefacientes en su cuerpo como para no cometer varios errores en su vida.