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Sin guía también sí

  • Jéssica Signoretta
  • 10 jun 2017
  • 2 Min. de lectura

La explosión de análisis y opiniones sobre obras artísticas en el auge extenso de la globalización se torna por momentos abrumadora. En toda recomendación la subjetividad pregona y por más que se enumeren todas las características objetivas, el aquí y ahora por el que Walter Benjamín luchó se vuelve un tanto condicionado. No pasará jamás sin penas ni gloria por el tamizador ‘Halo’, lo nuevo de Juana Molina, no únicamente por la integridad del renombre de la artista, sino por la impronta marcada a fuego que pregona el disco. Y no encontrará aquí un desglosamiento de las canciones, sino algunas pautas sueltas cuan señales viales de recomendación para que su próxima escucha pueda tener una mirada que antes no estuvo del todo clara.

Desde los albores de la humanidad nuestra especie se jactó de su alto nivel de comunicación, que demás especies dejaron quizás en décimo quinto plano; sin embargo, se creó un sistema tan complejo que incontable de veces se vuelve inaccesible. Incluso explicar Comunicación ya requiere de bastante tiempo de preparación para la clase. Y acá apareció ‘Halo’, en el 2017, como un todo de concepción chamánica que le devuelve la esencia al verbo comunicar: la transmisión. Un todo que casi únicamente funciona como descripción gráfica de esta misma comunicación; y un puñado de partes expresadas en doce canciones que agrupa los elementos humanos, los entrelaza y demuestra que llegar a lxs demás tiene infinitas maneras.

También es un ejemplo de la vida misma. Juana Molina rompe las estructuras armónicas de una canción convencional y envuelve por minutos un ambiente creado por sonidos electrónicos, loops, instrumentos analógicos y voces procesadas para generar la contravención más correcta del mundo. En la misma globalización donde todo el tiempo se invita a romper las reglas, lo interesante de estas ejecuciones es que demuestran que cuando la intención es en el fondo auténtica, el resultado para unx mismx es más placentero que para la ideología de moda.

El éxito nunca es un acontecimiento externo. En Andó, Juana se despoja de las palabras y crea otro submundo de imágenes y sensaciones en las que encontras la situación más recóndita de tu vida. ‘Halo’ también es el camino de una –y a una- exploración interior que cuando aflora clara y consecuente, el mágico tripartito emisor/a- mensaje- receptor/a se lleva a cabo de la manera más eficaz. Descubra usted qué le despierta y qué le mueve ‘Halo’ pero recuerde: el disco es el sublime resumen –a tener necesariamente siempre a mano- de toda expresión humana.


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