Sin prisa pero sin parar
- Jéssica Signoretta
- 10 jun 2017
- 1 Min. de lectura

En las semanas auge de los Oscars, la inundación de Classic Man, integrante de la banda de sonido de ‘Moonlight’ (2016) arrasó hasta en las radios menos pensadas. Es que el beat poppero responde al pie de la letra el manual del hit hiphopero pegadizo, digno de The Weeknd y el submundo del género popular. Sin embargo, el tema es solo la punta del iceberg que Jidenna utilizó como catapulta a la fama.
Jidenna significa “aceptar al padre” en igbo. Sin concepciones religiosas, de estilo independientemente construido y sofisticado, de padre nigeriano y madre estadounidense y luego de haber asistido a la universidad de Stanford, Jidenna lanzó su disco debut ‘The Chief’ resignificando no solo los sonidos de sus raíces africanas, sino al mismísimo rap. También es el primer artista que firmó con el sello de –su amiga- Janelle Monáe, asociado con Epic Records. La elección del propio camino nunca quedó tan clara: o vivís casi toda una vida a costa de un solo tema que te hizo famoso, o bajas miles de cambios y seguís haciendo más canciones para completar un disco, tal como hizo Jidenna, y con canciones como Bambi, introdujo un nuevo paradigma en el sonido del Hip Hop, fusionándolos con una variedad extensa de estilos que descarrilan la estructura más afianzada de la especie.
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