13 Reasons Jain
- Ignacio Blanco
- 10 jul 2017
- 2 Min. de lectura

Ni pactos con el diablo, ni negros gatos parlanchines; Flipendos por algún lado, tampoco. El combo tiempo, tierra y danza se concentran en la metamorfosis de una brujería con más flow.
Francesa que expandió sus aprendizajes de hechizos. El vudú eliminó cualquier prejuicio étnico cuando <Mamá África> le prestó alguna de sus vibraciones. Mientras tanto, su estadía en diferentes terrenos del Oriente Medio, la cultivó en sus talentos de percusión.
Por más que sus vestidos oscuros y coloniales le den el porte de piba freak necesario para afrontar el tipo de pop que incursiona, sus zapatillas – más nave que ‘superstar’ – nos dejan bien claro que todo está cargado de canchería y urbanidad.
Armonías artesanales hechas a máquina, que escupe samples terrenales, nublan cualquier tipo de definición del pop. La mezcla del folk europeo, los ritmos africanos y la metrópolis de sus sonidos pasea por todo su álbum debut ‘Zanaka’.
Makeba es su primer corte de difusión y poción amorosa más fuerte. Cuidate que, de esta, no salís por mucho tiempo. Haciendo referencia a Miriam Makeba, no se encuentra otra forma mejor para pregonar sobre los derechos humanos que bailando.
¡Atentxs! Todas las pibas del pop se mandan una baladita en sus discos. ¿Qué? All my days es equivalente a esta premisa; pero tampoco lo den todo por sabido y por hecho. Una bruja nunca devela sus trucos, escuchá.
No te quedes a vivir en Spotify, o en tu plataforma streaming favorita, que la iniciación se traslada a todas las formas posibles. Cada una de sus presentaciones en vivo son moldeables a la necesidad del momento. La versión de Come en ‘The Late Show with Stephen Colbert’ es un aquelarre de experimentación que ayuda a conocer – nada más un poco – algunos pasos de cocción del brebaje sonidero.
Bajo ninguna circunstancia hay que dejar de moverse en Heads Up. Tampoco ignoren el batido de estilos que brincan en Hope. El mundo entra en una canción y acá está la prueba. Matizando, matizando, el reggae llega finalizando con You can blame me.
Buscá la justificación que quieras. No hay excusas para no darle pelota a esta pibita que le vendió su alma al barullo salido del suelo. Yokomonos te acerca sólo algunas razones para pispear a Jain. Llegá a las trece con los otros temas del disco, que la música vale mucho más que millones de palabras.
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