top of page

Waxahatchee también lava todas las heridas de tu alma

  • Jéssica Signoretta
  • 10 nov 2017
  • 2 Min. de lectura

La tormenta tiene un secreto que en realidad, no es que nadie lo sepa, sino que todavía no fue descubierto: la calma siempre viene junto a la lluvia. Sin embargo Katie Crutchfiel –Waxahatchee para las pibas y los pibes- lo descubrió hace un tiempito, y en EP sueltos plasmó tormentas, relámpagos y todo golperío acuático en beats esplendorosos que parecían venir de los sótanos, un tanto crudos por momentos, pero siempre apuntando a la calma no después del huracán, sino la que se puede encontrar antes y durante y que nunca vemos.

Éste cumulonimbus de melodías íntimas acaba de plasmarlo en su disco de estudio ‘Out in the storm’, oscilando entre un folk intimista y melancólico, hasta épicas rockeras entrelazadas para generar todavía más sacudones, como Never been wrong y Silver, añorando que la incertidumbre es casi la mejor luz que puede aparecer cuando crees que todo está oscuro. Un bajo inquieto sale a flote entre sintetizadores y la voz protagónica de Waxahatchee en Recite Remorse, afianzando la murria necesaria para volver a renacer, cerrando los ojos y mirando lo más adentro posible. Y ya que estamos no abramos los ojos todavía, porque cuando suena Sparks fly y sus percusiones curiosas, inmediatamente estamos en el momento del día que queramos: desde un amanecer hasta un atardecer, en tu lugar en el mundo, recordando, imaginando, proyectando. Si este disco no está funcionando mejor que un libro de autoayuda, no sé qué más necesitamos.

Aparece un croma glam tímido pero consistente en Hear you, que no contrarresta, sino que abre un arista más de sensaciones auditivas englobadoras e inminentes; como si el Shin y el Shang comenzaran a disparar otros colores que coexisten en paz y que logran las armonías más placenteras como la simbiosis de las acústicas y eléctricas de No question y Fade, bajo una coexistencia para nada utópica. ‘Out in the storm’ se dedicó a derrumbar toda pared a su paso: la primera fue acoplar la colección de canciones sueltas de Waxahatchee y empacarlas en un disco de estudio, para después seguir derrumbando cada escudo de herida personal que podamos tener y que con cada canción sale a la vereda, se moja, se cura y se va deslizando sin color ni forma ni intensidad, igual que el agua de lluvia.


Comments


bottom of page