You sound fucking cool
- Ignacio Blanco
- 10 nov 2017
- 2 Min. de lectura

Cuando me enteré que Adore Delano había sacado disco nuevo, creí que me encontraría con otra propuesta basada en una electrónica performática. No hay intenciones maliciosas – aclaro -, pues sería poco prudente no reconocer mis momentos a todo volumen reproduciendo Speak my sex. Pero también es cierto que la música drag se ha limitado al talento de los Dj y la magia de las mezclas y samplers. Bueno, cómo culpar a criaturas nocturnas por reflejar la adrenalina y euforia de sus improntas y popularismos.
La cultura del drag nunca ha puesto tacos en la rueda a la hora de incluir referencias a sus dominios. Ni tequilero sería mi intención hacer un estudio cultural sobre el drag; pero lo cierto es que cualquier expresión pudo ser enfatizada, reciclada y resignificada por este arte de rupturas. Pero no fue hasta que descubrí ‘Whatever’ que me pregunté: ¿desde cuándo el grunge comenzó a vestirse con corsés?
Adore Delano tiene como antecedentes dos discos con estilos precisos y contundentes. De hecho podríamos pasar I can’t love you como si fuera de Sia y nadie se daría cuenta. Popdays are over, gente; y la nueva propuesta del cantante drag es ahondar en Danny Noriega – o sea, Adore versión chongo - y sus charrascas. Tanto es así que las identidades de una misma persona terminan confluyendo en una misma historia de vivencias con sonidos de garaje.
No hizo falta una peluca Cobain – this is my hair, bitch – para emular aquel grunge tan desesperado en 27 Club. Pero, ¿todo es melancolía en este álbum? Por supuesto que no; los momentos hardcore muestran una versatilidad que nos faltaba conocer en No School con la misma efusividad de Marilyn Manson. Y aunque no podamos negar que Whole 9 yards nos cayó muy bien con sus enlaces progresivos tan Bon Jovi, el punk también codea su lugar - cual guerra de modelos en los ’90 - con Negative Nancy. Pero las buenas influencias vienen afianzadas a las guitarras sofisticadas de Pretty boys cry a lo Hotel California y a la mejor faceta vocal de Delano.
Sí, hay tantas cabezas en la comunidad LGTB como gustos musicales. ¡Qué novedad! Porque pensar que Cher y Madonna son las únicas referentes a la hora de reproducir la playlist del orgullo implicaría precipitarse a una conjetura prejuiciosa y básica. Porque hasta en los ’70, David Bowie aportaba sus conceptos al movimiento. Pero bueno, el pop siempre tuvo que hacerse cargo de los prejuicios y resignificarse de forma constante. Sin embargo, la santificación de personalidades para el ingreso al panteón marica se da de forma masiva bajo un consenso implícito y tan místico como el humito blanco del Vaticano. ‘Whatever’ de Adore Delano, presenta la candidatura de estos géneros un poco menos consumidos y una nueva demostración de que al drag y a toda su colectividad les gusta abrazar a cualquier expresión, sea cual fuere su vestuario.
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