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SOULDADA

  • Ignacio Blanco
  • 26 sept 2018
  • 2 Min. de lectura

La condena de no tener lugar o la responsabilidad de pertenecer a todos. La vacilación no se había pronunciado tanto en ‘Zanaka’ (2016) aunque éramos conscientes de su avance y cada vez nos costaría más ponerle un nombre a esto que no entendemos muy bien que es. Lo único que podíamos identificar era que Jain iba a pisar fuerte en la escena y que el sampleo era el opio que difuminaba el terreno.

Tal vez los movimientos que sacamos de Makeba o Dynabeat podamos seguir luciéndolos en Star, que es casi el único tema que mantiene aquel power. Pero ‘Souldier’ es mucho más que un ritmo bonito para disociar el cuerpo. Así, el conglomerado de influencias se nos presenta con On my way y el chill camuflado entre influencias del medio oriente. Vertientes que se asientan más en el estribillo Dream y en las bases de Oh Man.

Pero cuando veníamos pensando que el pop europeo era una línea que consideraba a todas las piezas – y más que nada en la plasticidad de Flash (pointe-noire) – no va que aparece el reggae como base sólida. Puede que la primera asomada la realice con el corte Alright aunque peque por su mismísima razón de ser. Sin embargo, un guiño directísimo al Inspector Gadget introduce a esta impronta de digitalizar el género. Es que Inspecta no solamente genera una base de ese tipo, sino que devuelve una faceta medio rapera que ya habíamos escuchado antes en Jain. Y a esta trama de digitalización se suma Abu Dhabi, que podríamos usarlo de tráiler para mostrar lo mejor que ‘Souldier’ tiene para ofrecer: la hibridez de su génesis y recorrido, los matices interpretativos y la psicodelia en el eterno chill que confunde acerca de una cualidad de errante o de suma conciencia terrenal.


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